Como parte del lanzamiento del nuevo Gear, Samsung presentó hace pocos meses un simpático anuncio en el que recopilaba escenas de películas con relojes-teléfonos. Al margen de la polémica que surgió sobre si el anuncio copiaba a otro análogo con el que Apple presentó el iPhone, lo cierto es que todos recordamos al capitán Kirk ("Scotty, ¡dame más potencia!") o a Michael Knight ("¡Kitt, te necesito!") hablando a sus relojes con total naturalidad, y la idea de tener uno de estos cachivaches en nuestra muñeca es de lo más sugerente.
Este nuevo tipo de wearables (anglicismo, aún sin traducción, con el que se describe a "accesorios inteligentes que se llevan puestos", como relojes, pulseras, gafas, etc.) funciona como una segunda pantalla de nuestros smartphones, de forma que podamos interactuar con ellos sin tener que sacarlos del bolsillo (vía Bluetooth). Ello nos permite hacer múltiples cosas de forma sencilla e inmediata como leer notificaciones (mensajes, mails, WhatsApp…), ver la distancia recorrida mientras corremos, comunicarnos con Siri o Google Now y, por supuesto, hacer y realizar llamadas.