Como parte del lanzamiento del nuevo Gear, Samsung presentó hace pocos meses un simpático anuncio en el que recopilaba escenas de películas con relojes-teléfonos. Al margen de la polémica que surgió sobre si el anuncio copiaba a otro análogo con el que Apple presentó el iPhone, lo cierto es que todos recordamos al capitán Kirk ("Scotty, ¡dame más potencia!") o a Michael Knight ("¡Kitt, te necesito!") hablando a sus relojes con total naturalidad, y la idea de tener uno de estos cachivaches en nuestra muñeca es de lo más sugerente.

Este nuevo tipo de wearables (anglicismo, aún sin traducción, con el que se describe a "accesorios inteligentes que se llevan puestos", como relojes, pulseras, gafas, etc.) funciona como una segunda pantalla de nuestros smartphones, de forma que podamos interactuar con ellos sin tener que sacarlos del bolsillo (vía Bluetooth). Ello nos permite hacer múltiples cosas de forma sencilla e inmediata como leer notificaciones (mensajes, mails, WhatsApp…), ver la distancia recorrida mientras corremos, comunicarnos con Siri o Google Now y, por supuesto, hacer y realizar llamadas.

Aunque Samsung es la primera multinacional en aventurarse en este mercado, la que lleva la delantera es Pebble, una pequeña empresa canadiense que propuso en 2012 su primer reloj inteligente gracias a financiación colectiva por internet en Kickstarter (batió récord ya que levantó más de 10 millones de dólares y sólo pedían 100.000$). Llegaron al mercado en 2013 y presumen de haber vendido 300.000 unidades. Ahora presentan de golpe su nuevo modelo, el Pebble Steel (249$), más sobrio y elegante que el anterior, y su nueva tienda de aplicaciones, con la que cualquier desarrollador puede lanzar apps para el reloj.

Como ha demostrado el éxito de iOS y Android, cualquier dispositivo que pretenda tener éxito debe tener detrás un amplio número de apps que lo hagan atractivo para el usuario. Y muestra de ello, hace pocos días se presentó en la feria CES de Las Vegas algunas de esas nuevas aplicaciones para Pebble. Entre ellas nos ha gustado la que ha lanzado Mercedes-Benz, que permite al usuario saber el nivel de combustible o aceite del coche, dónde aparcó o abrir las puertas a distancia.

Aunque los relojes inteligentes son aún poco populares, todo parece indicar que darán mucho que hablar. Especialmente, si Apple decide a lanzar el iWatch, su propia versión de este gadget. Y si siguen apareciendo más equipos inteligentes a nuestro alrededor, como coches o electrodomésticos, suena de lo más interesante tener un único reloj de pulsera con el que controlarlos a todos. Al más puro estilo Sauron .

¿Qué opináis vosotros? ¿Os gustaría haceros con uno de estos? ¿O pensáis que denota un preocupante exceso de pereza usar estos cacharros para no sacar el móvil del bolsillo?

Vía: Kickstarter | Imagen: trendencias lifestyle

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