El pasado miércoles saltó la bomba en el mundo de las redes sociales. Tras un par de años de negociación, la todopoderosa Facebook ha comprado a la empresa de mensajería instantánea WhatsApp por la módica suma de 19.000 millones de dólares. Una compra estratégica de enorme magnitud que vaticina movimientos en este sector, en donde probablemente veamos nuevas adquisiciones en los próximos meses.
Las grandes multinacionales de internet saben perfectamente que su futuro y supervivencia pasa por estar presente en los dispositivos móviles y tabletas. Por ello han hecho enormes esfuerzos para desarrollar y promocionar sus propios servicios de mensajería como Facebook Messenger, Google Hangout o Yahoo Messenger. Pero muchos de ellos han llegado tarde y claro, ¿para qué molestarte en construir una plataforma exitosa si puedes sacar la cartera y comprar la más importante?
Muchos han criticado a WhatsApp por no ofrecer llamadas ni videollamadas, tener poca seguridad, no tener aplicación para PC, cobrar cerca de un euro al año por el servicio o no gastar ni un sólo céntimo en publicidad. Pero aquí WhatsApp ha hecho bueno aquello de que más vale ser el primero que ser el mejor. Y es que fueron los primeros en ofrecer una alternativa práctica al SMS y compatible con todas las plataformas móviles. Cinco años después de su creación siguen haciendo exactamente lo mismo con pocas variaciones y su formidable crecimiento les da la razón.