Como promueve el lema olímpico («citius, altius, fortius»), el hombre siempre ha ambicionado rebasar todos sus límites, y uno de los más sugerentes es el de la velocidad. Las últimas décadas han visto récords de velocidad absolutamente alucinantes llevados a cabo por ingenieros brillantes y pilotos medio kamikazes. Aunque ya vimos en un post anterior (¿Gira la Tierra alrededor del Sol o es al revés?) que la velocidad de las cosas depende del sitio desde donde las medimos, aquí os mostraremos algunas de las marcas de velocidad más espectaculares alcanzadas por el hombre en orden creciente.
1997 – El coche más rápido es una mezcla mutante entre coche y avión. El Thrust Supersonic Car se mueve gracias a dos enormes turbinas laterales y ha llegado a alcanzar los 1.228 km/h, lo cual lo aúpa a lo más alto en velocidad de vehículos terrestres.
Mi Citroën no tiene nada que envidiarle
2012 – Este es sin duda mi récord favorito. Aún hoy sigo alucinando con el valor de Felix Baumgartner, austriaco y loco, que saltó en caída libre desde 39km de altura. Gracias a este prodigio de la técnica y el marketing, patrocinado por Red Bull, ostenta el récord de velocidad SIN vehículo, con nada menos que ¡1357 km/h!.
¿Cuánto le pedirían a este hombre por su seguro de vida?
1967 – El X-15 es un avión supersónico, modelo experimental de la NASA y las Fuerzas Aéreas de EEUU, fabricado durante el boom de la carrera espacial. Con sus 7.274 km/h es el avión más rápido de la historia.
Más de tres veces más rápido que el Concorde
1969 – Tres misiones antes del accidentado viaje del Apolo 13, la tripulación a bordo del Apolo 10 alcanzó la velocidad más alta alcanzada por un ser humano. Fue durante la vuelta de su viaje a la luna, cuando alcanzaron la increíble cifra de 39.897 km/h.
Se nos puso esta cara al ver el velocímetro y un coche de la Guardia Civil
2006 – La sonda espacial New Horizons es la nave que ha alcanzado la mayor velocidad en la Tierra, durante el despegue hacia Plutón, con una marca de 58.356 km/h. Supone la más alta alcanzada sin ayuda del impulso gravitacional del Sol o los planetas. Pese a ello, el Sistema Solar es tan grande que tardará casi 10 años en llegar a su objetivo.
Al llegar a su destino descubrirá que, durante el viaje, Plutón ha dejado de ser un planeta
1976 – El récord absoluto de velocidad alcanzada por un objeto de fabricación humana recae en manos de la sonda espacial Helios 2. Fue lanzada en dirección al Sol para estudiar su actividad. Gracias a la atracción gravitatoria del astro consiguió alcanzar una velocidad de 252.800 km/h. Hay que matizar que esta velocidad está medida respecto al Sol, mientras que todas las anteriores lo están desde la Tierra.
Sigue orbitando al Sol desde que se «jubiló» y dejó de mandar datos a la Tierra
2018 – Mirando al futuro, nos encontramos a la sonda Solar Probe Plus, con la cual la NASA reeditará la aventura de las sondas Helios 40 años después. Según los diseñadores, cuando la nave se acerque al Sol alcanzará ¡720.000 km/h!. Incluso aunque lleguemos a conseguir enviar naves tripuladas a esta fabulosa velocidad, tardaríamos unos 6.400 años en alcanzar la estrella más cercana al Sol. Quizás algo excesivo como para planteárselo de forma realista, ¿no creéis?.
Hace 6400 años la velocidad máxima era algo más pequeña que la de este cacharro.
Vía: Scientific American | Imágenes: NASA, Wikipedia, Infonaute, gbphotodidactical