Los coches de hoy en día poco tienen que ver con los de hace 30 años. La electrónica, los avances en ingeniería y los nuevos materiales han hecho que casi todas sus piezas haya sido modificado sustancialmente. Sin embargo, hay una que casi no ha evolucionado desde que fuera creada en 1903 por una de las pocas mujeres que ha pasado a la historia de la industria del automóvil.
Efectivamente, Mary Anderson ideó los limpiaparabrisas hace más de un siglo, e inicialmente eran manuales y se accionaban mediante una palanca desde dentro del coche. Mary tuvo mucha oposición para registrar su invención, pues por aquel entonces las mujeres tenían que poner sus patentes a nombre de sus maridos, padres o hermanos. Tras conseguir el registro, tuvo muchos detractores que decían que su invento despistaría a los conductores y provocaría accidentes. Finalmente consiguió que Henry Ford se fijara en su invento, que fue incluido en todos los Ford T desde 1908.
Sin embargo, los días de gloria de este invento podrían llegar a su fin si McLaren lleva a cabo sus planes de desarrollar un nuevo dispositivo de ultrasonidos para limpiar los parabrisas. Aunque hay mucho secretismo alrededor del proyecto, parece que el principio que hay tras esta tecnología consiste en hacer vibrar el parabrisas a muy alta frecuencia (se especula que unos 30.000Hz), de modo que suciedad, agua, nieve o insectos salgan despedidos en lugar de posarse en el cristal. Aunque suene a ciencia ficción parece que algo parecido ya se está usando en aviones militares y a medio plazo podría producirse a bajo precio, incluso más barato que los limpiaparabrisas actuales. Ya los ultrasonidos se usan de forma habitual para eliminar la placa dental en el dentista o para hacer ecografías a las embarazadas.
El jefe de diseño de McLaren, Frank Stephenson, dice que este sistema mejorará no sólo la visibilidad, sino también la aerodinámica del vehículo (por eliminar la protuberancia exterior y el peso del motor del limpiaparabrisas), lo cual implicará ahorro de combustible y reducción de las emisiones del vehículo. Si tenéis en el bolsillo los 200.000€ que cuestan los deportivos McLaren más económicos podríais estar probando esta tecnología en 2015. Para el gran público tardará varios años más en llegar.
Por nuestra parte, se nos ocurren algunas dudas en las que imaginamos que los ingenieros de McLaren estarán trabajando. ¿Cómo eliminarán la suciedad que ya se ha pegado al parabrisas con el coche apagado?. Aunque esas ondas sean invisibles e inaudibles para nosotros, ¿qué impacto tendrá emitir ruido en ultrasonido sobre otros equipos del coche o sobre animales que pueden oír en esas frecuencias (perros, gatos, ballenas y otras mascotas ). ¿Os imagináis a los perros del barrio persiguiendo vuestro coche cada vez que llueva? Y por último, ¿qué opinará sobre todo esto Bosch, que fabrica 350.000 limpiaparabrisas al día?.
Vía: The Sunday Times | Imagen: News Drive