Shaun Frank debe estar muy contento de haber comprado un iPhone 5. Esa decisión puede haberle salvado la vida, ya que la carcasa de aluminio de su móvil paró la metralla que le alcanzó en un ataque suicida con bomba en Afganistán. Según los médicos, el rodamiento de acero que paró el móvil hubiera sido letal, y afortunadamente para él los daños que recibió fueron superficiales.
Pero la historia no se queda ahí. En un primer momento Apple se negó a cambiarle el móvil por uno nuevo (resulta que las condiciones de garantía de Apple no cubren los daños por metralla).
Tras enviarles el terminal, Apple accedió a cambiárselo por uno nuevo atendiendo a las circunstancias especiales que se daban. Sin embargo, Frank quería conservar el terminal destrozado, como recuerdo de su supervivencia. Finalmente, tras tres meses de discusiones, y hacerse público el caso en la prensa, Apple accedió a que conservara el terminal viejo, y le envió uno nuevo sin coste. Y sin agujeros.
Vía: CultofMac