En lugar de tanto caballo, o obra de arte más o menos comprensible, me gustaría que las nuevas estátuas que se levanten tengan el aire geek de súper héroe que tiene ésta de Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia.
Está hecha de titanio. Vista así, ya impresiona. Pero verla sobre su pedestal de 90 metros de altura, después del salto, deja con la boca abierta.
Enorme.
Vía: Laughing Skid.