Hoy en día, se ha vuelto totalmente habitual hacer la guerra con robots; No es enviar robots que caminan en plan Terminator, sino enviar pequeños vehículos voladores que pueden atacar o espiar un objetivo, y hacerlo con un operador que está literalmente a decenas de miles de kilómetros de distancia, en otro país.

«Hemos pasado de tener un puñado de vehículos de este tipo, a tener más de 7000 en el aire», declara P.W. Singer, uno de los responsables de este despliegue en el Ejército de EEUU. Según explica en una entrevista, hoy en día atacar un objetivo en Afganistan es como jugar a un videojuego… un controlador desde EEUU mira en sus pantallas lo que hay, ataca, comprueba que nadie se mueve, y se va, para estar pocos minutos después con su familia, cenando, como cualquier otro día. Sin embargo, no por eso se tiene menos estrés, ya que, a menudo, se ven las crueldades de la guerra en primera persona… y por supuesto, se ven morir compañeros en el campo de batalla.

EEUU no es el único país que utiliza robots teledirigidos a gran escala en operaciones militares; Paquistán, Alemania o Inglaterra también los utilizan, y probablemente se convierta en la opción preferida de la mayoría de ejércitos en todo el Mundo, debido al ahorro en vidas humanas que puede suponer.

Vía: Spiegel.

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