Utilizando ondas sonoras a una frecuencia sincronizada con la cadencia de fotogramas de una cámara de video, es posible conseguir grabar cosas como un chorro de agua que se queda parado en el aire o hacer que parezca… caiga hacia arriba – esto se consigue utilizando ondas sonoras a 23 Hz y grabando ligeramente más rápido, a 24 fotogramas por segundo. Si el sonido se emite a 24 Hz, el agua se congela… a 25 Hz, el agua empieza a caer suavemente hacia abajo.
(Video en YouTube). Es un efecto óptico bastante curioso, que podemos observar también cuando vemos ruedas de coche o bicicletas girando o con las palas de un helicóptero.
Vía: Microsiervos.