Es increíble, pero la verdad es que cuando uno se quiere borrar de Facebook, puede llegar a ser realmente complicado, y además por el camino tiene que hacer frente a una serie de supuestas obligaciones que rayan lo absurdo, como contestar preguntas de una encuesta impuesta, o leer cosas que son un chantaje emocional en toda regla.

Debería existir alguna ley que regulase este tipo de ‘comportamientos empresariales’ de cara a los usuarios, que deberían tenerlo tan fácil para darse de alta en una web, como para darse de baja. Esto también demuestra hasta qué punto están infladas las cifras de usuarios de redes sociales de este tipo, y lo importantes que son estos números para muchas webs, que determinan su valor en función del número de usuarios que supuestamente utilizan sus servicios, pero que en realidad están teniendo problemas para darse de baja o como en Facebook, directamente, no pueden hacerlo realmente, de ninguna manera.