La salida a bolsa de los dos gigantes de las redes sociales ha tenido suerte dispar. Mientras que la salida de Facebook estuvo marcada por fuertes descensos en la cotización, la famosa plataforma de «microblogging» tuvo un estreno soñado, con grnades subidas que alcanzaron el 73%.
La llegada de las redes sociales ha supuesto una auténtica revolución y sus efectos se dejan notar en todos los sustratos sociales. Twitter ,Facebook, Tuenti, Instagram, prácticamente todos tenemos una identidad digital y a través de ella expresamos nuestros gustos y deseos.
Este mundo virtual se ha convertido en objetivo primordial de las agencias de marketing y publicidad. Videos virales, tweets, retweets, fotografías,…, son capaces de dar la vuelta al mundo en un tiempo record. Este fenómeno publicitario ha generado un nuevo mercado en el que nuestros datos personales se utilizan como moneda de cambio, pues permite a las agencias de marketing individualizar el mensaje publicitario en función de nuestro perfil. La salida a bolsa de Facebook y Twitter trajo consigo una serie de interrogantes, ¿Cuánto vale nuestra información? ¿Cuánto pagaría una gran marca por ser la protagonista de un video viral? ¿Cuánto vale un follower?
Cualquier analista de bolsa sería la persona más afortunada del mundo, si fuera capaz de contestar a dichas preguntas. Sin embargo, los diferentes resultados obtenidos en el mercado bursátil por los dos gigantes de las redes sociales, demuestran que dichas cuestiones no tienen una respuesta clara o uniforme. Lo único claro es que los analistas no se ponen de acuerdo a la hora de valorar a los gigantes de las redes sociales y mucho menos a la hora de establecer predicciones a largo plazo.
La salida a bolsa de Twitter ha traído a nuestra memoria la noticia surgida en 2012 por la que un juez de Carolina del Sur aceptaba una demanda de una compañía que reclamaba daños y perjuicios a un ex empleado al que acusaba de haberle “robado” 17.000 seguidores en Twitter. La demanda presentada estimaba un precio por follower de 2,5 dólares, al considerar a los mismos clientes de la compañía. Lo realmente curioso de la noticia es que a pesar de lo trascendental que sería que un Juzgado determinara el precio de un follower, desde el año 2012 no han vuelto a surgir noticias sobre el tema, lo que nos lleva a pensar que se haya alcanzado un acuerdo extrajudicial y que el mismo se mantenga en secreto, pues las consecuencias derivadas de establecer un precio por follower podrían ser devastadoras para el valor bursátil de Twitter.
En definitiva, el impacto de las redes sociales en el marketing y la publicidad aún no ha terminado de evaluarse. El nuevo mercado surgido en torno a las redes sociales y su capacidad para individualizar la publicidad en función de los gustos del usuario está en pañales y aun no existen las herramientas capaces de establecer el valor estimado de un me gusta o un retweet. Por eso desde Laifr os preguntamos ¿Cual pensáis que es el precio de un follower?