El otro día publicábamos un post con un video de un accidente en moto en el que, por suerte, el protagonista no se hizo ni un rasguño. Pero, desgraciadamente, en el mundo de las dos ruedas no siempre las cosas acaban así. O mejor dicho, casi nunca acaban tan bien. Y es una pena.
El video a continuación cuenta la historia de David Holmes, un británico de 38 años que perdió la vida tras tener un accidente. Y podemos verlo en primera persona porque llevaba una cámara en el casco. La familia de David, junto con la policía de Norfolk, ha decidido publicar el video y contar su historia. El objetivo es simple: concienciar a los motoristas que hay que tener mil ojos, porque siempre se sale perdiendo en caso de accidente.
Advierto que, si bien no se ve nada sangriento, las imágenes son duras.
Así que ya sabéis, siempre con cuidado. Mucho cuidado.