Estamos tan acostumbrados a ver ciertos lugares singulares del planeta que dejamos de fijarnos en lo impresionantes que son, convirtiéndose en algo natural y lógico, que está ahí… que parece que siempre ha estado ahí. Es el caso del Golden Gate, un puente que lleva abierto desde 1937 y en el que ya sólo se fijan los turistas que van por primera vez… más que nada, porque lleva 80 años ahí.
Pero el fotógrafo Steve Mnich tuvo la oportunidad de ser invitado a un lugar del puente al que no pueden ir los turistas; la parte superior de las torres que lo sustentan. Las fotos que hizo desde ahí te dejarán con la boca abierta.
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Imagen del Golden Gate Bridge vía Wikipedia.