Hay padres que, siguiendo indicaciones de otros padres que piensan igual o una serie de artículos publicados en la red que se posicionan en contra de las vacunas, prefieren dejar a sus hijos sin recibir una pensando que eso es mejor que vacunarlos sistemáticamente. Es el caso de los padres de un niño de Olot que, por primera vez en 25 años, se ha contagiado de difteria, una enfermedad infecciosa aguda epidémica, ocasionada por la exotoxina proteica producida por Corynebacterium diphtheriae (bacilo de Klebs-Löffler).
Esos padres ahora se arrepienten enormemente porque su hijo está gravemente enfermo. Entre el 90% y el 95% de los niños en España están vacunados contra la difteria. El niño se encuentra ahora en cuidados intensivos, y ha sido necesario suministrarle un fármaco, una antitoxina, que ha sido realmente complicado encontrar. El Gobierno español ha pedido ayuda a la Organización Mundial de la Salud y a EEUU para encontrar una dosis de esta medicina, que apenas no existe porque se trataba de una enfermedad considerada como erradicada. Al final el fármaco ha llegado desde Moscú, en valija diplomática, a la ciudad de Barcelona para ser administrado a la mayor brevedad posible.
La difteria se transmite a través del aire, cuando alguien que la porta tose o estornuda. Su vacuna se suministra a los dos, cuatro, seis y quince meses de vida. También en la vacuna de los 13 o 14 años que se le da a adolescentes.
Vía: El País.
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