Los vídeos de drones son siempre espectaculares, pero éste se lleva el premio al que más vértigo causa. Se trata de una subida a la cumbre del monte Cervino (también llamado Matternorn) a más de 4.400 metros de altitud. Al llegar hace un par de pasadas por la cumbre que pone los pelos de punta, y luego baja para terminar de dejarnos relajados. El resultado es realmente espectacular y el control de Joshua Turner, el piloto de este dron, es simplemente perfecto, desde tan lejos. La calidad de imagen, la estabilidad, todo a miles de metros de distancia demuestra una vez más hasta dónde ha llegado la tecnología de estas cámaras que pueden volar. Visualízalo a pantalla completa, si puedes en una TV bien grande o bien cerca de tu monitor, y agárrate a la silla porque te hará falta sobre todo cuando empieza el descenso y pasa cerca de varios riscos haciendo zig zag. ¿Lo mejor de todo? Joshua utilizó una batería de sólo 1500 mAh, que es bastante poca capacidad para subir y bajar. Pilotó el dron desde esa cabaña que se ve a medio camino durante la subida. Con una batería de sólo 1500 mAh, básicamente no te puedes permitir errores. Como medida comparativa, la batería de un DJI Mini 2, un pequeño dron que puede estar volando poco más de 30 minutos si no eres muy exigente con la velocidad, tiene una capacidad de 2250 mAh. Subir hasta ahí arriba con una batería de sólo 1500 mAh es arriesgarse muchísimo, y ese dron no es nada barato. El resultado, sin duda, ha merecido la pena.
Si te preguntas qué dron es capaz de hacer algo así, se trata del Chimera7 Pro V2 6S HD de Iflight.