En este video podemos comprobar como una base móvil controlada por un wiimote, a voluntad de una persona, no es ningún problema para que un robot coloque y descoloque todas las piezas correctamente, a una velocidad de vértigo, por supuesto sin tener información de dónde está la base más que una cámara. Esto demuestra lo rápido que están evolucionando los sistemas de reconocimiento de imagen y hasta qué punto un robot puede ser rápido, en entornos controlados por supuesto.
Vía: Gizmodo.