Muchos tienen una idea bastante errónea sobre los coches eléctricos. Acostumbrados a ver prototipos que parecen de juguete o incluso coches eléctricos de aspecto normal (de turismo) como el Nissan Leaf, por ejemplo, se suele pensar que un coche eléctrico no es potente. Sin embargo, el Tesla Model S por ejemplo es un vehículo con varios cientos de caballos de potencia, que deja tirados a muchos súper deportivos en una pista. Incluso tiene un botón llamado insane (locura) que se los pone de corbata a más de uno – son 100 km/hr en poco más de tres segundos.
En este otro vídeo podemos ver cómo deja a otros coches también supuestamente potentes…
YouTube está lleno de este tipo de vídeos mostrando el poder del Model S. Yo mismo lo he conducido y puedo decir que ha sido la experiencia más espectacular que he tenido nunca delante de un volante. Es una pena que sea tan caro y que las estaciones de carga sean, por ahora, tan escasas fuera de EEUU, pero uno sale de ese coche con la sensación de haber visto el futuro. Es irónico, porque los primeros coches eran eléctricos y un invento llamado motor de combustión los relegó al olvido. Ahora volvemos a fabricarlos así, pero obviamente con muchas otras cosas aprendidas por el camino.