Habitualmente, la mayoría de nosotros estamos de acuerdo con lo que Greenpeace promociona: La conservación y bienestar de los recursos naturales de nuestro planeta, el único que tenemos. Sin embargo, hay veces en las que sus métodos de protesta no están lo bien considerados que deberían. Es justo lo que pasó en las líneas de Nazca en Perú, un patrimonio de la humanidad en donde se pueden apreciar dibujos de animales creados hace más de 1500 años.

Nazca

Como vemos arriba, en Greenpeace decidieron ir a ese lugar aprovechando que en Perú se celebraba XX Conferencia Internacional sobre Cambio Climático para dejar el siguiente mensaje sobre el suelo, al lado de las líneas de Nazca;

Time for change! The future is renewable. Greenpeace.

Lamentablemente, además del mensaje, dejaron huellas en el lugar, al que por supuesto está terminantemente prohibido acceder para evitar daños irreparables como los que se produjeron. En este vídeo, podemos ver esos daños, gracias a uno de estos nuevos drones que permiten sobrevolar zonas como éstas con cámaras de alta definición.

Esas huellas, tardarían cientos de años, quizás miles de años, en cubrirse de nuevo de la patina, que son esos sedimentos que hacen que dibujar en este lugar sea posible. Para poder entrar en este lugar es necesario utilizar un tipo de zapato con forma de raqueta, como cuando se camina por la nieve, para distribuir el peso en una zona más amplia y no dañar esa patina.

Está claro que Greenpeace es una organización querida por muchos, que ayuda a que las cosas mejoren. Pero estaría bien que se paren a pensar con más detenimiento cómo van a llevar a cabo sus quejas… en esta ocasión, el resultado ha sido precisamente el opuesto. Críticas que han ensombrecido su mensaje.

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