Es un detalle bastante curioso, pero los perros, cuando se mojan, realmente huelen bastante peor que muchos otros animales de compañía, como por ejemplo los gatos. Resulta que hay una razón científica para que esto ocurra.
Si bien el sentido de la vista de un perro es bastante limitado, sobre todo en cuanto a la reproducción del color (sólo ven en tonos azules y amarillos), el sentido del olfato es muchísimo más sensible. Pueden detectar incluso enfermedades. Es también por esta razón que en el pelo de los perros residen varios tipos de bacterias que si bien no son perjudiciales para la salud de los perros o las personas, sí que desprenden un olor muy fuerte cuando se encuentran en un medio húmero, momento en el que salen de ese lugar y acaban directamente en nuestras papilas olfativas En este vídeo, tenemos una clara explicación (aunque eso sí, en inglés).